Embajadores de la Paz Mundial

AMAR A LOS UNGIDOS.

27.11.2013 19:15

En el tiempo de Moisés Dios cumplió lo que le había dicho a Abraham en Génesis, capítulo 15, y algunas personas no sabían cómo iba a ser esto que fue prometido por Dios para la descendencia de Abraham. Capítulo 15, verso 12 en adelante, dice, del Génesis:

“Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.”

Una promesa de que saldrían de la esclavitud y de la nación donde estarían como esclavos, saldrían con gran riqueza.

¿Cómo podía ser posible esto? Humanamente no era posible. Pero ¿hay alguna cosa imposible para Dios? No la hay. Y Dios dijo que iban a salir con gran riqueza, y no le explicó la mecánica, la mecánica que le iba a producir esa gran riqueza. "No toquéis a mis ungidos ni hagáis mal a mis profetas" 

Volver

Buscar en el sitio

© 2013 Todos los derechos reservados.