LIBRE ALBEDRÌO
27.11.2013 19:29
Por otra parte, tampoco destruye Dios el sentido moral del hombre cuando por su gracia irresistible lo lleva a Cristo y le hace heredero de la salvación eterna. Pregunta a un creyente por qué fue a Cristo, y te responderá: “Porque estoy perdido en el pecado, y lo sé; porque estoy arrepentido y anhelo el perdón; porque tengo hambre y sed de justicia, y veo y conozco a Cristo como mi única justicia delante de Dios; porque deseo vivir en comunión con Dios según sus mandamientos, y sé que eso es posible sólo por la gracia de Cristo. ¡Sí, por todo eso quiero ir a él!”. Preguntadle a este mismo creyente cómo llegó a saber y reconocer todo esto, y responderá sin dudarlo: “Sólo a través de la soberana e irresistible gracia de Dios en Cristo; eso me guió, me dio ojos para ver y oídos para oír, y un corazón para suspirar por él. ¡Sí, mi salvación es del Señor!”. Y en el cielo los hijos de Dios redimidos caminarán por siempre en la suprema y más perfecta libertad reconociendo, sin embargo, que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. ¡Ninguna carne se gloriará en su presencia!.’
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