Embajadores de la Paz Mundial

LA FE.

25.11.2013 18:23

La   Fe: la sustancia de las cosas que se esperan

William Soto Santiago

Siendo que la Escritura nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos, capítulo 1 versos 11 en adelante), entonces
todos necesitamos tener fe para agradar a Dios; todo lo que no es de fe, es pecado, dice el apóstol San Pablo.
El ser humano, siendo creado por Dios a Su imagen y semejanza, es constituido por Dios alma, espíritu y cuerpo, y eso es así porque encontramos que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, al crear al ser humano a Su imagen y semejanza, lo vemos con alma, espíritu y cuerpo; lo más importante del ser humano es el alma, que equivale a Dios el Padre.
El mismo Cristo dijo: “El Padre mayor es que yo,” Él dijo que es el Padre el que hacía las obras, que Jesús no hacía nada de Sí mismo, sino el Padre que moraba en Él, el que hacía las obras. Y el ser humano, siendo a imagen y semejanza de Dios, cuando la persona obra, es la persona, que es alma viviente, el que está obrando por medio de su espíritu y de su cuerpo.
Si sale el alma y el espíritu de la persona, el cuerpo no puede hacer nada, usted le pide la mano para saludarla y él no la puede extender, porque salió lo que es más grande que el cuerpo de carne; el espíritu y el alma de la persona.
El ser humano es alma viviente, es lo que en realidad es el ser humano, y el espíritu del ser humano es un cuerpo de otra dimensión, parecido al cuerpo físico pero de otra dimensión, y el cuerpo físico de carne es una casa o templo humano donde usted como individuo habita, pero cuando muere el cuerpo físico no significa que la persona murió, lo que significa es que su templo o casa terrenal, su cuerpo físico murió, pero la persona, que es alma viviente, continua viviendo en su cuerpo espiritual que es parecido al cuerpo físico, pero de otra dimensión.
Si es un creyente en Cristo va al Paraíso que es la sexta dimensión; si no es un creyente en Cristo va a la quinta dimensión que es el infierno, al cual nadie quiere llegar; porque toda persona quiere ir al Cielo, al Paraíso que es la sexta dimensión para lo cual se requiere que la persona tenga fe.
El ser humano siendo alma espíritu y cuerpo, tiene cinco sentidos en su cuerpo físico, que son, visión (o vista), audio, tacto, sabor y olfato; y el espíritu del ser humano, tiene cinco sentidos también, que son: imaginación, razonamiento, conciencia, memoria y afecto.
Usted no ama con el cuerpo, usted ama con el espíritu; así es como el amor filio, al amor humano, usted lo expresa; lo que algunas personas le llaman: querer; pero es amor humano.
También usted recuerda cosas por el sentido de la memoria, cuando ya se le afecta, ya se le van olvidado las cosas, y algunos llegan a tal grado que pierden su memoria.
Conciencia: es importante que el sentido de la conciencia siempre este activo en la persona para estar consciente de todas las cosas que le rodean, y de su propia vida; tendiendo conciencia del bien y del mal para tomar el camino del bien, conciencia de que la persona es pecador y necesita un Salvador; si uno está conciente de eso, la persona no se va a preocupar por la salvación de su alma.
Razonamiento: para poder juzgar entre el bien y el mal y para poder así actuar correctamente, para poder actuar correctamente, se necesita tener bien el razonamiento.
Y la imaginación una persona sin imaginación está en una situación muy triste, la persona ve en su espíritu con la imaginación.
Cada uno de estos sentidos del espíritu están ligados o conectados con los sentidos del cuerpo.
Y pasamos al alma: el alma solamente tiene un sentido, que es el libre albedrío, para creer o dudar, la persona duda o cree con su alma, por esa causa es que Cristo dice: “el que creyere y fuere bautizado será salvo; más el que no creyere, será condenado.”

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